Gabriela va y viene entre Buenos Aires (donde nació) y Madrid (donde nació otra vez) y está con un pie en cada país. Esto requiere mucho equilibrio porque los tiburones del océano la miran con cara de hambre.
De pequeña se le había enredado una idea en la cabeza: ser empaquetadora de regalos. En cierto sentido lo consiguió. Envuelve palabras en historias e historias en libros.
Y hablando de enredos, justamente lo que más les interesa a sus geniales lectores es el pelo
-enredado– de Gabriela. Le han hecho preguntas como “¿Tú te peinas?” (con gesto de auténtica perplejidad), “¿A ti no te gustaría hacerte así?” (con gesto de colocarse el pelo detrás de las orejas) o comentarios como “A mí lo que me impresiona de ti es tu pelo porque es así y así (con gestos que intentan describir lo indescriptible).
Por eso Gabriela ha propuesto a sus editores realizar las presentaciones de sus libros en peluquerías, pero no ha tenido éxito. Han dicho que en librerías y se acabó.
Si quieres ver de qué hablamos pincha aquí. Pero volvamos atrás… Gabriela empezó a trabajar en preescolares, coordinando talleres de creatividad (a veces la confundían con una niña más). Fue redactora y luego jefe de sección de la revista Ser Padres Hoy (GyJ, Madrid), durante 11 años.
Escribió muchos cuentos en esa revista hasta que empezó a escribir libros. En las editoriales le decían “tienes madera”, pero tardó un tiempo en convertir la madera en papel impreso. Desde entonces no ha parado: ha publicado más de 70 libros infantiles. Son tantos que si quisiera abrazarlos a todos juntos no podría. Algunos se han traducido a otras lenguas como el inglés (EE.UU.), italiano, alemán, japonés, chino, coreano y portugués (Brasil) y editado en otros países (México, Perú, Colombia).
También publica cuentos para libros escolares, hace traducciones y adaptaciones del inglés al español… Es decir que escribe hasta en la sopa de letras
pincha aquí si no lo crees.
Y –esto es secreto− ha hecho cosas muy raras y divertidas, como interpretar en el teatro a una altiva gallina y a un pato pobre.
Dos de sus libros fueron adaptados al teatro negro por la compañía
Fantasía en Negro (Burgos, España).
Cuando recibió estos premios y menciones (junto a estos grandes amigos) pegaba saltos, le temblaban las piernas y el corazón se le desbordaba.
Con el ilustrador catalán Pep Montserrat:
Premio Internacional de Ilustración de la Fundación SM con el álbum
¡Él empezó! (SM, Madrid, 2006).
Con la ilustradora italiana Claudia Ranucci:
Premio Destino Apel.les Mestres de literatura infantil con el álbum
¡Te lo he dicho 100 veces! (Destino, Barcelona, 2006).
Con la ilustradora argentina Nora Hilb:
Premio de la Fundación Cuatrogatos (Miami, 2015) por el libro Cu Canguro (Norma, Buenos Aires), y también la distinción Honorable Mention in the 2014 International Latino Book Awards, en la categoría Most inspirational children´s picture book) –Spanish or bilingual) (Cuento de Luz, Madrid) por “¡Te lo regalo!”.
Desde hace tiempo se le ha enredado otro sueño en la cabeza: escribir historias para animaciones, programas infantiles de TV, dibujos animados… Y cree que los sueños, a veces, se pueden cumplir… ¡menos tener el pelo liso!